Cary Grant: El hombre mejor vestido de la historia

Cary Grant fue un actor estadounidense y un gran icono del siglo XX. Llegó a ser de los más populares durante décadas, no sólo por su atractivo físico, sino también por su elegancia. Se decía que actuaba bien hasta de espaldas.En verdad Cary Grant era tacaño, gigoló bisexual, marido violento y adicto al LSD a espaldas de la sociedad.

¿Pero cómo vestía a la hora de salir de casa?

Ahora que ya conocemos un poco  a Cary vamos a meternos en su armario:

Cary marcó un estilo que todavía hoy es imitado no solo por actores como George Clooney sino también por aquellas personas que buscan apartarse de las modas pasajeras.

A Cary Grant le encantaban los tonos azules y grises, también vistió trajes de diferentes colores, tejidos y estampados. Combinó con gran maestría camisas, corbatas, zapatos y pañuelos. Tenía pasión por las flores naturales en la chaqueta.

Al contrario de lo que pasa con muchos hombres, Cary Grant era elegante tanto con ropa formal como con ropa casual. Su buen gusto a la hora de mezclar los colores de sus zapatos con sus calcetines a rayas lo convierten en una de esas pocas personas que han sabido combinar elegancia y estilo. Me pregunto cómo debía vestir en su casa los domingos o qué pijamas utilizaba.

Se podría decir que Cary le tenía mucha atención al detalle.

Se han encontrado cartas donde explica las correcciones que quiere que se hagan al cuello de sus camisas dando medidas y explicaciones de lo más precisas o como cuando devolvía sus camisas a su sastre de Hong Kong para que fueran modificadas en escasos 0,3cm. Toda una locura. Este hombre era todo un detallista hasta consigo mismo y es que el vestir bien puede ser un arte.

 

Cary compraba y se hacía cortar su ropa en diferentes lugares. Por ejemplo:

Roma: acudía a su sastre Caraceni.

Milán: compraba sus jerséis en Pasquale Avon Celli.

Londres: compraba sus gabardinas en Aquascutum, sus trajes se los cosían en Hawes & Curtis, Norton & Sons y Cordings, sus zapatos eran hechos a medida en Lobb o en Tuczek

New York: no dejaba de acudir a por sus camisas a Brooks Brothers.

Se podría decir que este hombre tenía un sastre fuera donde fuera por si ocurre alguna emergencia, y es que para él la salud era menos importante que vestir con una excelencia increíble.

 

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